Con Murakami no puedo evitar tener la sensación de ausencia de orden y concierto en sus obras. Como él mismo reconoce en un extracto del libro De qué hablo cuando hablo de escribir, parece que muchas veces esté escribiendo sin un plan, sin una estructura pensada con antelación.

En este libro y en Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, que empecé a leer pero dejé aparcado por esto mismo, he tenido esa impresión de una manera muy acentuada, y no siempre lo tomo como algo negativo, puesto que puede llevarte a lugares que en ningún caso podrías esperar, como sí ocurre con otras muchas novelas muy reconocidas cuya estructura es una repetición con continuos déjà vu. Se nota cómo hay pasajes introducidos a posteriori para detalles que en alguna relectura se consideró necesario explicar, como es la escena del sueño que tiene el protagonista (del que no se conoce el nombre en toda la novela) con su mujer, Yuzu, mientras está en ese viaje solitario tras su ruptura. Acaba siendo importante, y creo que lo añadió después para dar un poco de sabor al final que, como comentaba, deja muchos círculos sin cerrar, nexos sin unir, y muchas fotografías movidas.

Con Murakami tengo dos opiniones encontradas. Por un lado creo que es un narrador excepcional. Vaya por delante que no he leído ninguna obra suya en versión original y presupongo que las traducciones son también excepcionales. Es capaz de atraerte como pocos escritores, imbuirte en su mundo y desconectarte hasta el punto de que, cuando dejas de leer, pueden haber pasado varias horas sin darte cuenta. En este sentido, sé que con cualquier novela suya me va a ocurrir lo mismo y por ello podría leérmelas todas.

Por otro lado, saber que voy a terminar con varias espinas clavadas, una por cada trama o misterio irresuelto, porque en todas quedan círculos abiertos, me hace tener un poco de pereza, especialmente si la novela tiene parte de realismo mágico.

Respecto de la obra al completo, los libros 1 y 2, creo que tiene un trasfondo filosófico muy potente de todo lo que he tenido tiempo de asimilar. No soy un lector que haga análisis excesivamente profundos de lo que está leyendo, y por ello creo que he perdido parte de las potentes metáforas que Haruki utiliza en toda la obra. Sí pensaré estos días sobre la historia, ahora que la tengo fresca, para, posiblemente, venir aquí a actualizar mi opinión y apuntar algún detalle importante.

Como decía, creo que tengo que pensar más sobre la novela para tener una opinión clara y una comprensión completa, aunque tengo también la sensación de que ni siquiera Murakami escribió la novela con sentido absoluto, sino que muchas de las cosas pasan porque sí, y están ahí en la novela por cualquier peregrina razón. O quizás por algo tan prosaico como rellenar.

La metáfora del cuadro, del personaje del comendador y del autor de la obra, Tomohiko Amada, creo que hace referencia a cómo puede influirnos alguien a quien vemos con más talento que nosotros, que ha triunfado y está en el final de su vida, y, por tanto, toda la historia del viaje por el mundo de las metáforas y demás, es el matar esa idea, dejarla atrás, para nacer nosotros mismos como alguien único con estilo y creatividad propia. En definitiva, creo que toda la novela va de eso. El protagonista atraviesa una época de autoconocimiento, una fase de duda existencial al compararse con otro pintor, uno de renombre, entendiendo al final que toda idea debe nacer de uno mismo. Al inicio de la novela el comendador es desenterrado del agujero en el bosque, y al final de la novela es él mismo el que es desenterrado de allí tras pasar por una serie de pruebas, una suerte de viaje del héroe, una especie de catarsis. Opino también que, viendo retrospectivamente la totalidad de la obra, el personaje de Marie Akikawa es bastante superfluo y está metido con calzador para motivar inicialmente el viaje por el mundo subterráneo (que, insisto, creo que es una catarsis personal del protagonista), y que pueda ser algo que le recuerde a su hermana muerta, a parte de dar algo más de vidilla al personaje de Wataru Menshiki. Todo esto son ideas que me asaltan atropelladamente ahora que acabo de terminar de leerlo.

Estaré un tiempo sin agarrar un libro de Murakami, estoy un poco saturado, pero me temo que simplemente por ese talento que desprende para entretener, volveré.

La muerte del comendador, Libro 2 by Haruki Murakami
Mis otras reseñas (Goodreads)

Deja un comentario