Necesito una cura urgente
Necesito que alguien me sane
Y me inocule raudo el remedio
Para este dolor lacerante
Entras presta en mi feudo interior
Saliendo de él para volver a entrar
Podrías provocar una guerra sin paz
O con el desconcierto pasar un traidor
Mas mi instinto bajó la pasarela
Y abrazó tu imponente corcel
Seguro de tu caricia sincera
Y acepté tu llamada certera
No soporto lo vulnerable
De mi condición cuando tú me desarmas
Porque soy un muñeco de trapo
Que destroza el vendaval incesante
Puedo ver a distancia infinita
Y también a dos palmos de mí
Pero por razón incierta
Ciego soy confiando en ti
«No soporto lo vulnerable de mi condición cuando tú me desarmas»… Nacho… cómo me gusta la sinceridad con la que desnudas tu alma. Ojalá escribieras diario, así cada mañana pudiera impregnarme de esa poesía serena que tu tienes.
¡Muchas gracias Zuri! No te haces una idea de lo que me gustaría poder escribir a diario, ¡sobre todo cuando a alguien le gusta! Lo intento.
Tienes una buena habilidad de atrapar a las personas con las palabras que escribes, te felicito.
¡Muchas gracias, Camila! Me impulsas a seguir escribiendo 🙂