Cuando caen los pilares que sustentan el sentido de la vida

Cuando se viene encima el techo que protege la cordura

Los escombros sobre ti no dejan ver la luz del día

Y el aire parece huir para ahogarte en la negrura

En esa cruel manera con la que un terremoto es capaz de derrumbar tu obra más bella

Y te obliga a conocerte en el dolor del alma que quema pero no consume,
que aprisiona pero no inmoviliza

Que somete pero no doblega,
que sugiere correr pero no borrar su huella

Es donde maduran tus fuerzas para regresar de la ceniza

Descansa y no desesperes,
como el que hiberna,
porque el invierno siempre acaba

Prende un fuego de llanto y furia sobre tu pena y tu desdicha,
que dure mientras dura el oscuro frío

Pronto escucharás el alegre cantar de una legión retirando cada piedra
y te harán sentirte amada

Al principio tan lejano que ni repararás en que han llegado,
aunque en realidad nunca se han ido

Ya entonces serás un ave de largo plumaje dorado, a prueba de balas, que emerge
y bate sus alas sobre la nube de polvo

Otearás desde lo alto las ruinas con esos ojos de lluvia, para luego mirar al cielo
y volar hacia otro nido

(Imagen de cabecera: liuhao726 @ Deviantart.com)

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