La creatividad lo cambió todo

¿De qué sirve memorizar, adquirir y almacenar conocimientos y cultura, si no es para marcar una profunda huella en este mundo gracias a nuestra aportación individual? Aparte de la satisfacción, el crecer como personas, progresar y mejorar en nuestras vidas, ¿no es importante también esa dimensión transcendental que puede llegar a tener la exclusividad de lo que hacemos?

A la mayoría de nosotros se nos inculca, desde que tenemos uso de razón, que es bueno ampliar el intelecto, conocer todo aquello que aún desconocemos, que es bueno tener inquietud por el saber, aún pudiendo ser éste hueco. Y así debe ser, como base para desarrollar nuestro potencial.

Y por eso, el pensamiento que traigo aquí es, ¿cuál es el objetivo?. Más allá de utilizar lo adquirido en las relaciones interpersonales, de nuestro ámbito social y profesional, en el que, obviamente, seremos mejor considerados cuanto más conocimiento acumulemos y he ahí el beneficio principal, el ser humano está dotado del tesoro de la comunicación, la investigación, la filosofía, el arte… que le permite proyectar hacia el mundo aquello que hemos adquirido, con el imprescindible valor añadido de la creatividad. Es un hecho que un actor con grandes capacidades técnicas sin un toque de creatividad -lo que es un profesional-, no es capaz de emocionar, de transmitir sensaciones de la misma manera que un actor que sí aporta un lado innovador, especial, personal -o sea, profesional y creativo-. Así pues, a las preguntas que me hago entorno a por qué escribo este blog, ha aflorado esta razón como una de las respuestas.

Sin entrar a valorar lo bueno o malo del contenido de esta bitácora, tengo la certeza de que aportar mis ocurrencias y pensamientos desordenados, de manera pública, es la mejor manera que tengo de canalizar la energía acumulada por tanta meditación, conclusión e inquietud. Un deseo por transmitir mis conclusiones y que el tiempo que he invertido en ello acabe por tener un sentido, es lo que, en parte, me empuja a publicar. Como explico a continuación, es una característica inherente al ser humano.

¿Qué es la creatividad? Es posible definirlo de manera muy sencilla, diciendo que es la capacidad de crear cosas nuevas que, por cierto, únicamente tiene el ser humano y sin la cual no habría llegado a lo que es hoy. Pero quiero ir más allá. Para mí, la creatividad es nuestro sello personal e intransferible en todo lo que hacemos, que brota de lo más profundo de nuestro ser y convierte aquello que aprendimos en algo único y singular, con capacidad para sorprender e innovar, aportar mayor valor al conocimiento existente, emocionar, hacer expandir otras mentes y cambiar lo establecido. Que tenga capacidad de hacerlo, no significa que lo vaya a hacer, pero debemos ponerlo en circulación y creo que está en nuestra naturaleza hacerlo. ¿No es la base del progreso?.

Probablemente escribir aquí no sirva, en esencia, de absolutamente nada, que nunca conmueva, que nunca motive a alguien a escribir. Es posible que el lector nunca llegue a sentir aquello que me hizo a mí escribir un poema o una reflexión. Pero mi convicción es la de ponerlo a disposición de ustedes. Y si alguna vez lo consiguiera entonces no podría haber invertido el tiempo de mejor manera.

Para terminar, una frase del gran filósofo Sócrates, que viene muy al caso:

Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento.
Sócrates. 

10 comentarios en “La creatividad lo cambió todo

  1. ¿Y qué es la creatividad? Para mí, es la imaginación de cada uno y Albert Einstein decía:
    «La imaginación es más importante que el conocimiento.»
    Creo que lo que haces es hermoso y que te sorprenderías de a cuánta gente eres capaz de transportar a tu mundo, a tus sentimientos, opiniones y locuras.
    Un saludo.

    • Estoy completamente de acuerdo, Henar. No en vano, Einstein utilizó su imaginación para inventar las herramientas matemáticas que necesitaba para demostrar su teorías.
      Muchísimas gracias. Si conseguí que tú, Henar, leyeras hasta el final, sólo con eso, ya habría merecido la pena.
      Besos.

  2. Creo que la creatividad que se expande en estos espacios de la blogosfera pueden y deben de ser una ayuda para todos nosotros.
    Y por cierto se agradece.

    Un saludo.

    • Así es, Efe, aquí me siento parte de un ciclo. En él me veo más al final que al principio, y ahí me nutro de talento que, sin darme cuenta, va dejando poso en mí. Ese poso, tras mis aditivos personales (mi creatividad) se convierte en algo nuevo que, a su vez, puede que sirva a alguien o no. ¡Bendita blogsfera!
      Por tanto yo, al igual que tú, agradezco profundamente por tanto como recibo a cambio de tan poco como doy.
      Muchas gracias por pasarte 🙂

      Saludos.

  3. En efecto…
    A veces resulta verdadera terapia leer por ahí las ideas lo que a uno le rondan por la cabeza. No sólo comparto tu reflexión sino que también comparto la duda que te encaminó a planteartela. ¿Qué seríamos sino un número ridículo en la historia si no inspirasemos las cosas que hacemos a nuestra manera? Qué seríamos si no permitiesemos salir la estrella danzante que todos llevamos dentro para poner un poco de condimento en un mundo lleno de sosos formalismos.
    Muy acertada la cita de Sócrates. Me gustaría dejar cabida a otra de sus máximas que bien podría dar sentido a todas estas reflexiones: «conócete a ti mismo»
    Un saludo, muy buen post.

    • Muchas gracias por comentar y apreciar perfectamente la idea que quería expresar.
      Estoy profundizando en conocerme a mí mismo, pero cuanto más buceo más ideas inconexas y contradictorias encuentro. Me da miedo en cierta manera, porque bajo esa superficie de coherencia hay un mar de dudas y caos. Conocerse a sí mismo es arriesgado, aunque necesario.

      Un saludo, nos vemos por este mundillo.

      • Optaré por saltarme la formal norma de no responder la respuesta a un comentario y es que…
        «De nada estamos más lejos que de nosotros mismos»… Dijo por aquel entonces el loco cuerdo de Nietzsche. La verdad es que yo también estoy en el mundo de la ingeniería, todavía iniciándolo. Mi mente está en metamorfosis hacia la mente del ingeniero y eso me ha propiciado ideas que antes no tenía, como la llamada a analizar en las cosas. Resulta muy curioso lo sencillo que pueden resultar los complicados teoremas matemáticos una vez has profundizado en ellos. Pero lo que sí resulta complejo es el desordenado orden del espíritu humano y los misterios que esconde.
        He leído alguna de tus entradas y he visto dudas y reflexiones que coinciden en parte con las mías, aunque he de reconocer que más maduras. Supongo será la edad.
        Es por eso me sorprendió el hecho de haber leído «ingeniero» por alguna parte y no poder evitar la idea de si las mismas dudas son casualidad o causalidad.
        Un saludo, nos vemos por la blogosfera

        • Yo también sufrí la metamorfosis que mencionas. Se me dieron siempre bien las letras y me gustaban, pero como vocación profesional vi más útil la ingeniería, y es por ello que hoy en día tengo ese ansía de llegar al meollo «técnico» de todo. ¿Qué me ocurre entonces cuando busco ese sentido teórico en, como dices, el espíritu humano? Que cortocircuito.

          Contestándote… Aunque mi opinión es que tiene mucho de causal, creo que la causa primera no es la vocación profesional escogida, sino el carácter personal. Un carácter inquieto y analítico lleva a que surjan estas preguntas. Por consiguiente, tanto el que me hiciera ingeniero, como el que me interrogue sobre distintos asuntos de índole espiritual, creo que vienen ambos determinados por mi personalidad. A otra persona es posible que le llevara hacia la investigación social, la filosofía…
          Yo es que también tengo un poco de geek jejeje.

          Saludos!

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