Cadena de favores revisada

Si alguna vez muestro una actitud sorprendentemente desinteresada hacia ti, lector, no te extrañes. No pienses que quiero algo en contraprestación o que hay alguna intención oculta detrás de mi proceder. Realmente es desinteresado y en pago por algún otro favor que recibí de ti sin que, probablemente, fueras consciente de que me lo estabas prestando.

Todos, inconscientemente, en el desarrollo de nuestra vida, al interactuar con las gentes que se cruzan en nuestro camino, les aportamos algún tipo de beneficio, ya sea derivado de nuestro trabajo, más allá de nuestro trabajo, o simplemente porque nos caen en gracia y disfrutamos siendo amables y alegrándoles el día durante un pequeño instante.

Algo tan elemental como un momento de agradable charla banal, una sonrisa ante un cruce de miradas, facilitar el paso cuando no era menester, y así en progresión, hay gente que mejora nuestra vida, que nos cambia, que nos incita e inspira. ¿No merece eso un pequeño favor a cambio?

Las cadenas de favores no se inician voluntariamente. Constantemente, nuevas cadenas de favores se inician sin que su iniciador caiga en la cuenta. Es muy cierto, también, que el receptor es consciente de esto en pocas ocasiones y por tanto no habrá una reacción en consecuencia, pero esta cadena de favores revisada no entiende de aritméticas o exactitudes. Sólo entiende de bondad humana y por tanto nunca llega a romperse.

2 comentarios en “Cadena de favores revisada

  1. Qué lindo Nacho… ojalá más y más personas tuvieran este pensamiento y sobre todo lo llevaran a cabo!!!! yo creo que lo que tú dices tiene que ver también con el karma, con el ser bendecido cuando tu bendices a los demás -a través de esos pequeños o grandes detalles de los que hablas- etc. etc… pienso también que podemos atraer lo similar… lo que nuestro corazón busca de manera consciente o inconsciente… entonces personas buenas atraen seres buenos… y es así como esas cadenas de favores se van desarrollando, pues en realidad son las bendiciones que crecen de manera exponencial… como cuando el amor genera más y más amor… algo así… al menos eso es lo que he observado a través de los años…

    • Yo creo en alguna forma de Karma, aunque no tan causa-efecto como el del budismo, pero sí creo en lo que dices.
      La vida no te recompensa necesariamente por ser buena persona, ni te castiga por ser mala, pero atraes buena o mala gente que pueden influir positivamente o negativamente en ti: Dios los cría, ellos se juntan. Muchas gracias por tu aportación y me alegro de que te guste.

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