Aquella noche

Justo al salir a escena, la última que hacía esa noche, le vio.

Los focos no le daban directamente en la cara, al no cegarle y tener la vista acostumbrada a la oscuridad pudo asegurarse. Normalmente, durante la actuación, no se fijaba en el público, pero su silueta le era familiar y por eso reparó en él.

El corazón le dio un vuelco.

¡Él mismo le había dado a entender que no podía ser!. Tantas veces que se había imaginado a su lado y después dado cuenta de que aquello era una locura, una y otra vez, y vuelta a empezar, y por fin había venido a decirle que no podía vivir sin ella. Creía estar viviendo un sueño, tenía que hacer la mejor representación de su vida.

[2 años después]

Su representante estaba exultante, el éxito de su actriz no hacía sino crecer.
– El público aplaude aún, deberías salir a saludar de nuevo
– Sí…
Los reconocimientos siempre le traían sabor agridulce; aquella noche en la que él desapareció para siempre, empezó todo.

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