Coldplay, 22-11-2005, Palacio de los Deportes de Madrid

Buenos días.

 

Simplemente increíble. No tengo palabras para describir el concierto de Coldplay ayer en el Palacio de los Deportes.

En la entrada figuraba las 21’30h como hora de comienzo, y a las 21’29h (que lo miré jeje), en la pantalla que recorría el ancho del escenario, aparece un contador gigantesco, indicando los segundos que quedaban para comenzar. Chris Martin hace sombra delante del fondo blanco de la cuenta atrás, que iluminaba todo el estadio. Se escucha la base de “Square One”, “You’re in control…is there anywhere you wanna go…”, y bajando los segundos, la gente vibra con su voz.

 

Justo coincidiendo con el contador a 0, estallan guitarra, batería y bajo, “From the top of the first page…”, y la masa de gente parece tener un resorte bajo los pies, y un amplificador por cada garganta. Entre muchas cosas a destacar, algo que sin duda gustó a todo el mundo, fue la calidad visual del espectáculo, con imágenes psicodélicas, que hasta al más lúcido le haría pensar que estaba en un viaje psicotrópico.

 

A continuación, “Politik”, que sirvió como continuación introductoria. Los primeros acordes de “Yellow” los conoce todo el concierto, que cuando arranca con sus potentes batería y guitarra, emociona si cabe aún más al público, iluminado por el repentino encendido de los intensos focos de pista. Con el primer estribillo, unos globos enormes, amarillos, caen sobre nuestras cabezas. “Speed of sound” llegó hacia la mitad de la noche, una vez el público estaba completamente entregado. Totalmente acústico, como no podía ser de otra manera, “’Til Kingdom Come”, que sirvió para tranquilizar al personal. Con la llegada de “Clocks”, se reanima el cotarro, siendo una de las más esperadas, y haciendo de nuevo botar a gradas incluidas en el momento que rompe la batería. No recuerdo exactamente, en qué canción, coreando toda la pista hacia el escenario, se enciende un foco que apunta unos 20 metros a la izquierda de donde nos encontrábamos, porque Chris Martin, sin que nadie lo advirtiera, se había subido a la grada baja, justo a nuestra altura. Rodeado de armarios que él mismo intenta sortear, interpreta quizás, el momento más intenso de toda la noche, mezclándose con el público, haciendo ver que está completamente entregado.

 

Con “In My Place”, se siente la melodía, apreciable porque la gente ya no corea, escucha. Una imagen de letras de canciones manuscritas, recorren las paredes del Palacio de los Deportes, mientras se escucha la impecable “Swallowed in the Sea”.

 

Con todo el pabellón, completamente a oscuras, se enciende una lámpra en mitad del escenario, el órgano de “Fix You” comienza a entrar por nuestros oídos, y para mí es el momento más impresionante. “When you try your best but you don’t succeeeeeeed…”, Chris Martin al teclado, con una foco desde fondo de escena, que ilumina su figura, “and i will try…to fix you…” y así entra la aclamada guitarra, la lámpara comienza a girar, llega el momento de acabar el concierto cuando la luz vuela y “Tears stream…down your face, wheeen you lose something you cannot replace”, y llega la calma, “lights wil guiiiiiide you home…”, pero también una sensación de satisfacción por todo el espectáculo.

 

Si hay algo que reprochar, es la corta duración del concierto, sin duda comentado por todos, ya que a la hora y media clavada de canciones, le faltó al menos 2 ó 3 más. Aunque, cuando algo es tan bueno, la brevedad no es inconveniente.

 

Espero tener pronto las fotos.

6 comentarios en “Coldplay, 22-11-2005, Palacio de los Deportes de Madrid

  1. No estuve alli, pero desde luego es como si lo hubiera estado leyendo esto, no creo que sean necesarias las fotos, basta con lo que has expliado, como bien dices debio ser increible.Me hubiera gusta escuchar mi cancion favoria Yellow, imagino que fue impresionante, ademas he leido que lo dijo en Español (Ahora vamos a cantar "amarillo"), se me ponen los pelos de punta de pensarlo. Y veo que te quejas como la gran mayoria de la gente de la corta duración la verdad es que este grupo es para escucharlo al menos un hora mas.Gracias por tan buena descripcion de algo indescriptible.

  2. Gracias a ti. Sí, dijo "amarillo". Me alegra acercar al menos cómo se vivió, aunque realmente, es necesario estar allí para saberlo. Me sorprendió mucho la voz que tiene en directo, te deja hipnotizado…Esperemos que para el próximo álbum que saquen, amplien el tiempo de concierto.

  3. Muy mal hecho Nacho!! si ya me fastidio no poder ir, (cada vez me va gustando más y más el último CD), ahora ya que me arrepiento por completo de no haber podido ir!! Ya podias haber dicho un psé, no estuvo mal, para que nos sirviera un poco de consuelo a las pobres almas cándidas que no pudimos ir jajaBueno, una cosa es segura y es que el próximo (cuando sea que vengan de nuevo) no me lo voy a perder.La verdad que se nota que cada momento del concierto se te quedó grabado.

  4. Tengo el concierto grabado a fuego.Seguro que vuelven no tardando, como mucho 2 años le echo. El asunto es que el fanatismo por Coldplay, está tomando dimensiones desorbitadas, habiendo ya reventa y estos temas. Va a ser más difícil si cabe, encontrar entradas la próxima vez, o sea, colas de tupper-ware, permiso en el curro…estas cosas. Todavía no ha nacido el grupo que me empuje a hacer esas locuras, así que si todo sigue su curso, la próxima vez ya no podré verles. Por cierto, exceptuando el del 28 de diciembre -recuérdame el nombre del grupo-, no tenemos otros conciertos en mente ¿no?.Ah por cierto, instálate el skype cuando te acuerdes, que la gente se va subiendo al carro.

  5. que envia que padre que pudiste tener a Coldplay tan cerquita, la verdad no imagino que padre es haber estado ahi, lastima que yo no puedo ir a conciertos de Coldplay porque tendrian que venir a mi pais México y quien sabe cuando sea eso, pero en fin que padre. FELICIDADES

  6. Con paciencia seguro que consigues verlos, y si la paciencia se acaba, sería cuestión de pensarse un viajecito a España cuando vuelvan, que te iba a gustar.Ya sabes, si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma.

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